Sigo aquí.

-¿Me vas a decir que es lo que pasa?- me preguntó angustiado.

-Ya te lo he dicho, no me pasa absolutamente nada, cariño- le contesté medio sonriente, esta actuación era tan penosa que no me extrañaba que no se lo creyera, hasta a mi me parecía fingida.

-No me trates de engañar, sé que te pasa algo, y no me salgas con ese royo estoy bien, te conozco mucho, amor- me dijo y me abrazo fuertemente, dándome ánimos para continuar.

-Yo, yo... Enserio, no es nada, no te preocupes, son tonterías -al final le dije.

-No lo son, no debe ser nada, si te preocupa de esta manera, lo único que consigues es hacer que me preocupe yo -me replicó suavemente.

Lágrimas de dolor cayeron desde mis ojos y no puede reprimir los sollozos que vinieron a continuación.

Él beso cada lágrima derramada y yo sonreí ante su dulzura, y me decidí a contarle lo que pasaba, sabía que me odiaría.

-Ed, no quiero tener el bebé -susurré lentamente. Quería cerrar los ojos para no ver su expresión, pero los mantenía abiertos.

-¿Qué? -pareció entrar en shock. Pero pronto cambio se expresión y vi todo lo que paso por sus ojos, rabia,dolor, perplejidad, más dolor, y furia.

-Lo... lo siento, yo soy joven para este cargo, yo no puedo... yo.. -mi propio sollozo interrumpió lo que estaba diciendo.

-Eres una maldita egoísta, solo piensas en ti, ¿pero que hay de mi, maldita perra?- me gritó brutalmente, y yo me puse a llorar aún más fuerte.

Yo no quería quedarme embarazada desde un mismo principio, pero después de pensarlo todo mucho, decidí que no tenerlo, era mucho para mi, pero él tenía razón, yo era egoísta, muy egoísta, pero... uh, lo quería tanto, lo amaba y no estaba dispuesta a perderle, pero yo no estaba preparada para esto, yo no podía, era mucho para mi...

Cuando vi, que se tranquilizo un poco, le dije:

-Escúchame, lo lamento tanto... no.. -él me beso para silenciarme, y al momento se separó.

-No te preocupes por nada, cariño, yo estaré aquí, para cuidar de ti, y para protegerte, siempre.

Y así fue.